¿QUIERE USTED SER MILLONARIO?
de David Carmona Retamar
(Basado en un micro relato de Luis Mateo Díez)
Después de todo ese tiempo, aún cumpliendo el ritual todos los días laborables durante catorce años, solo aparece una frase repetida una y otra vez:
¿Porqué lo hiciste?
Folios y folios con la misma frase se amontonan en dos cajones del escritorio, minuciosamente ordenados, con una caligrafía clara y exacta entre renglón y renglón.
Esa mañana Mateo llega a la oficina, enciende la lámpara, abre el portafolios y rebusca en el primer cajón. Coge el primer folio de frases aún por terminar, saca la pluma y escribe la frase:
¿Porqué lo hiciste?
Se para unos minutos mirando el papel, levanta la vista hacia el fondo de la oficina y mira a través de la ventana un ciprés del parque que está la otro lado de la calle. Baja la mirada y añade por primera vez en catorce años una nueva frase, distinta a las demás:
Hoy será mi último día.
Coge el folio y lo guarda cuidadosamente en el cajón junto a los demás.
Acaba la jornada laboral y Mateo cierra el portafolios, recoge los dos montones de folios escritos, apaga la lámpara y baja hacia la parada de autobús. Mientras espera vuelve a fijar la mirada en el ciprés del parque que se divisa por la ventana de la oficina.
Llega a casa y se sienta frente al televisor, con los dos montones de folios a su lado y un gran cuchillo de cocina. Mientras relee el primer folio de preguntas se coloca el cuchillo en el cuello.
En ese momento suena el móvil, duda si contestar, descuelga y pone el altavoz:
-!Buenas noches, acaba de ser seleccionado para ganar nuestro Gran Premio millonario de la noche!- grita una voz de presentador entrado en años.
Mateo no contesta, se queda paralizado.
-¿Quiere usted participar?- pregunta algo contrariado el presentador al otro lado del teléfono.
-Sí… claro -dice Mateo dubitativo- pero, ¿qué tengo que hacer?
-És fácil, estamos en directo, sólo contestar a unas preguntas… -dice la voz del presentador.
En ese momento Mateo clava sus ojos de forma obsesiva en los dos montones de folios que están a su lado y después en el reflejo de su figura en la pantalla del televisor, con el brillo del cuchillo en el cuello. Detrás, entremezclada, como si de un fundido de edición de vídeo se tratara se vislumbra la figura de un presentador en medio de un gran plató de televisión lleno de luces.
-¿Preparado…? -pregunta el presentador- …la primera pregunta es…
David Carmona Retamar-Bases y relatos recibidos-
