TO DO LIST
Idea original de Arabela De La Nuez, desarrollo David Carmona Retamar

Ana empieza a impacientarse. En la cola del supermercado, a dos metros de distancia del cliente que le precede, con el calor que ya empieza a hacer en Madrid… Todavía le falta ir a la farmacia a por guantes y a la ferretería a comprar un flexo para la ducha. Preocupada por si le va a cerrar la ferretería, empieza a mover la pierna dando golpecitos contra el suelo.

Ana, aunque está en la edad de procrear según todos sus amigos y familiares cercanos, no tiene hijos. Sí tiene sin embargo, muchos cursos de formación online que está haciendo en estos tiempos del coronavirus, pandemia mundial que azota a nuestra sociedad de la primera cuarta parte del siglo veintiuno.

Obsesa de la formación, como le llama su pareja actual, a Ana le gusta estar preparada para poder realizar con excelencia su trabajo como desarrolladora web.

De por sí, Ana no es muy sociable y ya antes del confinamiento no salía mucho a la calle, así que puedes imaginar cuán grande es su desesperación.

Mientras espera su turno, hace un “to do list” mentalmente de manera que siente que aprovecha su tiempo. Absorta en sus pensamientos no se da cuenta de que la persona que tenía justo detrás de ella se le ha adelantado.

“-Guantes, ducha…
-acabar la web de Nico…
-taller de relato..
-presentar proyecto videojuego…
-empezar con la app…
-regar las plantas…
-dejar a Nico.”

El chico que se ha colado empieza a poner los artículos en la cinta de caja.

“-Leche de soja…
-Pan sin gluten..
-Hummus…
-Vino blanco…” - archiva Ana en una nueva lista mental.

-Disculpe…,- murmura Ana después de pensárselo unos segundos.

El chico continua sacando artículos de la cesta y poniéndolos en la cinta apresuradamente.

“-Yogur sin lactosa…
-bases de pizza integral…
-manzanas…”- continúa archivando Ana en su cabeza.

-¡Disculpe!- insiste ahora en voz alta.

El chico se gira y clava su mirada en la de Ana.

-Dime.

Ana baja la mirada pero la sonrisa dulce del chico le hace volver a conectar las miradas.

“-Pelo despeinado…
-ojos serios…
-camiseta colorida…
-pantalón cortado…
-sandalias…”- vuelve a archivar Ana en dos segundos.

-No nada, si tienes prisa pasa…- dice Ana sonriendo.

-Perdona, te ví ahí parada, pensado y creí que estabas esperando a alguien.

-No, estoy sola… -contesta rápidamente Ana sonrojada,- pero pasa, no hay problema.

-Ok, gracias,- dice sonriendo el chico.

“-dos patatas…
-manos bonitas…
-tres endibias…
-nuca despejada…
-dos cebollas…
-buen culo…”

El chico se gira y Ana mira hacia los chocolates del estante de la caja disimulando.

-Jorge,…- dice el chico.

-Perdona…-

-Que me llamo Jorge, y creo que somos vecinos, ¿no?-.

-Eh…yo Ana,…¿sí?- dice dubitativa.

-Acabo de mudarme.

-Ah! Vale soy un poco despistada…, perfecto! Bienvenido!,…-.

-Gracias, hasta luego Ana- dice Jorge cogiendo las bolsas de la compra.

-Chao, si necesitas algo ya sabes,… me refiero a la mudanza, no sé, te puedo enseñar algunas tiendas, la farmacia, el estanco… y bares de la zona…- dice Ana atropelladamente.

-Perfecto. Me instalo y lo hablamos, chao..- dice Jorge antes de perderse tras las puertas de cristal del super.

Ana comienza a poner los artículos en la cinta de caja.

“-Guantes, ducha…
-acabar la web de Nico…
-regar las plantas…
-quedar con Jorge…
-dejar a Nico.”

-Bases y relatos recibidos-