Asociación Científico-Cultural Cisco de Picón


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Segundo Concurso de Relatos Breves

SIN NOMBRES.
de Relator sin nombre.


Aquel 20 de Agosto de 2020, amanecía monótonamente soleado en Arguineguin al sur de Gran Canarias, como en los últimos días.

La mar en calma invitaba a ¨saltar el charco¨ a aquellos seres que como espectros, miraban desde las costas africanas el horizonte, donde se reflejan sus sueños de una vida digna.

Para sus pocos habitantes la vida en Arguineguin transcurría sin más sobresaltos que los impuestos por las medidas anti COVID y cada cual emprendía sus rutinarias tareas.

Una mujer, que quizás no sobrepasara los 66 años flanqueaba la puerta del cementerio municipal como cada jueves, para visitar a sus difuntos y adornar sus tumbas con unas modestas flores, pero una cinta de seguridad se interpuso en su camino y la obligó a detenerse.

Desde la entrada pudo contemplar como 15 ataúdes a los que solo acompañaban, un funcionario municipal, el sepulturero y el cura, eran introducidos en 15 nichos sin nombres, y cerrados con una tapa blanca como la cal.

Sus delgadas piernas la invitaban a la huida, a dejar para otro momento su semanal visita, pero su corazón roto de dolor le pedía acompañar aquellos 15 féretros a los que solo la escueta, fría, y obligada representación legal seguía.

Tras los correspondientes responsos, 15 nichos sin nombres, acogieron 15 ataúdes de 15 seres humanos sin nombres.

Nadie lloro su prematura muerte, nadie pensó en que en algún rincón de África había 15 familias que se quedarían eternamente esperando 15 noticias que ya nunca llegarían, nadie intento ponerles nombre, la administración no tenia protocolos que lo hicieran posible.

Los diarios olvidaron pronto esos 15 sin nombres, la mar escupía mas y mas cayucos y Arguineguin se convertía en el muelle de la vergüenza para todos aquellos sin nombres que pensamos que ningún ser humano es ilegal, pero desde un sector del Parlamento, desde cierta prensa y desde aquellos que vendieron su conciencia al llamado bienestar personal se pedía mano dura, blindar el litoral con la flota de guerra y que ni un cayuco mas llegara a nuestras turísticas costas.

Endebles carpas, construidas a toda prisa, protegían del sol a poco más de 600 personas, mientras otros 700 seres humanos se hacinaban por el muelle, obligados a dormir en el suelo sobre una fina manta.

Entrecortados sollozos de mujer evidenciaban el drama de la separación forzosa a la que eran sometidas estas madres coraje, que extenuadas, vejadas y sin consuelo veían como les arrebataban a sus hijos para realizar unas pruebas de ADN, cuyos resultados podrían demorarse varios meses.

El tranquilo ambiente de Arguineguin, pueblo de pescadores y de emigrantes, reconvertido últimamente en destino turístico, se crispo y aquellos que mostraban su solidaridad con los recién llegados eran mirados por la gente de bien, como peligrosos e irresponsables alborotadores que no eran conscientes de que su mal entendida solidaridad solo servía para acentuar el efecto llamada.

En el hogar del jubilado, en los puestos del mercado, en las barras de los bares los vecinos y vecinas de Arguineguin, vociferaban que jamás iban a consentir que su pueblo fuera otro Lesbos, la mala imagen que daban las televisiones perjudicaban la imagen de un pueblo que cada día mas vivía del turismo.

Los bien intencionados vecinos, ofrecían otros lugares mejor preparados para “depositar “tanto emigrante. Todo vale con tal de alejar al pobre.

Desde la Cofradía de Pescadores se pedía mano dura, blindar el litoral con la flota de guerra y que ni un cayuco más llegara a nuestras turísticas costas.

La claustrofóbica normalidad se impuso cargada de reproches y las alcahuetas miradas se hicieron extensivas a cualquier sospechoso de solidario para dar con aquel ser sin nombre que todos los jueves irresponsable y peligrosamente depositaba unas modestas flores sobre 15 nichos de 15 sin nombres.

El cerco se estrecha, la sospechosa es, retornada, hija y madre de emigrantes.

Relator sin nombre.
Sevilla Agosto 2021.



-Bases y relatos recibidos-

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